El Grupo Interinstitucional de Trabajo en Oro Responsable (GIT-OR) es una alianza de 15 instituciones de la sociedad civil y académicas, que desarrollan actividades conjuntas desde el año 2018, y que han decidido juntar y potenciar esfuerzos para promover y fortalecer una minería técnica, social y ambientalmente más responsable y con menores impactos negativos.
En este marco, el GIT-OR ha desarrollado y promovido modelos de aplicación de mejores prácticas en todo el proceso minero, trabajando con cooperativas mineras que voluntariamente han aceptado el desafío de implementar una minería responsable en su trabajo diario, para dar pasos sólidos hacia el cumplimiento de estándares de producción de oro globalmente reconocidos.
Nuestro grupo, conformado por instituciones de diverso perfil, orientación y experiencia técnica y científica, ha encontrado en el concepto de Minería Aurífera Responsable o de Oro Responsable un enfoque compartido, que nos permite trabajar de forma concurrente, complementaria y sinérgica, en pos de disminuir los impactos socioambientales crecientes de una minería aurífera también en permanente incremento.
Ante los recientes eventos, y considerando que Bolivia es el único país en la región andino- amazónica cuya normativa permite el desarrollo de actividades mineras en sus áreas protegidas, con categoría de áreas naturales de manejo integrado, es importante asegurar una minería responsable, tomando en cuenta los siguientes elementos:
- Una minería responsable respeta el marco normativo vigente en lo minero, ambiental y, más aún, respeta el régimen legal especial de áreas protegidas, si es que la misma actividad se desarrolla en estos espacios destinados a la conservación de la biodiversidad, ecosistemas y funciones ambientales.
- La aplicación de los mayores estándares técnicos disponibles para optimizar los procesos del ciclo minero: exploración, extracción, concentración y fundición, hasta la obtención del producto final, el cierre y la rehabilitación del ecosistema intervenido.
- El uso de las mejores tecnologías disponibles para la reducción o eliminación del uso del mercurio o, al menos, para su uso responsable en un sistema de circuito cerrado de recuperación de oro; la gestión de residuos mineros metalúrgicos, y la recirculación del agua requerida para la operación minera.
- El respeto a la sociedad, tanto directamente ligada a la operación minera, el trabajador minero y su familia, como a la comunidad rural directamente afectada por la actividad minera y a la sociedad en su conjunto, que recibe los impactos de la actividad, reconociendo la responsabilidad social de las operaciones mineras.
- Avanzar en los procesos de debida diligencia, con la finalidad de lograr la trazabilidad, desde la extracción hasta la venta final, ya que creemos que, cada vez más, los compradores finales buscarán garantías para cerciorarse que los productores vienen gestionando las preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza.
- Las actividades mineras legales en áreas protegidas deben desarrollarse precautelando sus valores de conservación, especialmente a través del respeto a su categoría, zonificación y plan de manejo, buscando la compatibilidad de su actividad con sus objetivos de creación.
Ante la creciente preocupación social por el incremento de la actividad minera, en especial en áreas protegidas, como GIT-OR motivamos a nuestras autoridades competentes nacionales, a continuar la lucha frontal contra la minería ilegal, que se constituye en una verdadera amenaza para la sociedad y el patrimonio natural. Debemos socializar el marco normativo minero, ambiental y, principalmente, el régimen legal especial de áreas protegidas para su cumplimiento por todos los actores involucrados y apoyando a que, en todas las actividades mineras legales del país, se avance hacia la implementación de mejores prácticas para una producción de oro más responsable.
En el GIT-OR somos conscientes de que Bolivia es un país tradicionalmente minero y que su aporte es necesario para el desarrollo económico, laboral y social, pero también es un país mega- biodiverso, poseedor del área protegida más biodiversa del planeta, como es el Parque Nacional Madidi, y es por lo que creemos que, en el caso de actividades mineras legales en áreas protegidas, una minería técnica, social y ambientalmente responsable que aplique los mayores estándares y protocolos actualmente disponibles, no sólo es posible, sino imprescindible, y debe desarrollarse siempre en estrecha relación y cumplimiento de las herramientas de gestión del área protegida y sus objetivos de creación (Plan de Manejo y Zonificación).
Por último, es importante reconocer que Bolivia ha ratificado el Convenio de Minamata, con lo cual se ha comprometido a implementar un Plan de Acción Nacional que reduce, y finalmente elimina, el uso de mercurio en la pequeña minería aurífera y de esta manera contribuye a lograr una minería más responsable. Como GIT-OR creemos que para la implementación del Convenio de Minamata se necesita el apoyo y la colaboración de todos los actores del sector minero para promover el uso de tecnologías limpias y prácticas legal, social y ambientalmente responsables, motivando a todo el sector minero aurífero a un proceso de transición más sostenible y que brinde mayores beneficios a la población en general.
La Paz, febrero de 2022.